Tuvimos el reto de desarrollar la marca y el empaque para un tratamiento de los piojos dirigido a niños. El principal obstáculo era transformar la experiencia de combatir los piojos en algo no traumático y agradable para los niños. Creamos un concepto con temática de monstruos, que presentara a los piojos como adversarios vencidos por un monstruo amigable. La creatividad tenía que garantizar que la marca denominativa y el diseño del frasco comunicaran eficazmente el concepto de un monstruo divertido y accesible, manteniendo al mismo tiempo la esencia de un producto antipiojos. Un diseño de marca que buscaba alcanzar un equilibrio entre diversión, accesibilidad y eficacia.